...
Voy
camino de mi habitación, el baño me ha sentado fenomenal y tengo la cabeza a
mil!!! Ama Sira camina unos pasos por delante de mi... sus ultimas palabras han
sido "Vamos a ver que te vas a poner esta noche, tienes que agradar a Max.
Sígueme" Llegamos a la habitación y yo no hago mas que pensar en quien
demonios será Max y porque he de agradarle. Ama saca un vestido de noche largo
de color rojo y lo deja sobre la cama, acto seguido se agacha y alcanza unas
sandalias rojas de tacón y las posa al pie del vestido. Parece muy agradada por
la combinación. Se gira hacia mi y me deja algo en la mano diciéndome "no
quiero que te pongas nada mas que el vestido los zapatos y esto. A las 9 te
espero en mi habitación." Si, mi Ama"
Ama
Sira sale de la habitación, miro mi mano y veo un collar rojo de tela que tiene
escrito en diamante el nombre de Ama Sira. Es evidente que el Ama quiere que
todo el mundo sepa quien es mi Dueña.
Después
de mucho tiempo en el baño.... ya voy descubriendo porque las mujeres tardan
tanto! Salgo dispuesta a comerme el mundo! Voy preciosa! El vestido es
alucinante, las sandalias preciosas y el collar... el collar me encanta! Me
enorgullece vestirlo, llevar ahí su nombre, saber que tengo la suerte de ser toda
suya.
De
camino a la cena, es una especie de coctel según me ha contado Paola, Ama Sira
me da la noticia. Me dice que desde el momento en el que Ella salude a Max, me
entregará a Él durante 24 horas. Pasadas esas 24 horas El me deberá devolver a
mi Ama en perfecto estado. Me tiemblan las piernas, me sudan las manos
¿comooooo? Pienso sin decir ni una palabra ni emitir ningún gesto que pueda
desagradar a mi Ama. Ella sabe bien lo que hace, y lo que Ella haga y decida
bien hecho está.
Cuando
llegamos al salón, puedo comprobar que allí hay bastante mas gente de la que se
suponía que debía de haber. Es un salón enorme, como un salón de un palacete,
con mucha iluminación, mesas con manteles blancos llenas de bandejas de comida.
De fondo suena música clásica. El ambiente es increíble. Por un momento me
siento como una princesa llegando a palacio. Veo que hay más esclavos y
esclavas. Algunos están arrodillados junto a sus amos comiendo de platos que
ellos, muy amablemente les han puesto sobre el suelo, lo que les convierte en
animales de compañía. Otros esta de pie, junto a la pared, estáticos, inmóviles,
tal vez estén castigados o simplemente sus amo les ha dejado ahí para que no
molesten. Hay también algunos, que se mezclan entre los demás, los distingo por
sus collares (alguno lleva incluso la correa puesta).
Estoy
muy nerviosa, me sudan las manos y me tiemblan las piernas, lo que me dificulta
mi ardua tarea de andar como una princesa sobre esos tacones de 12 centímetros!
Ama Sira me hace un gesto de que me quede allí quieta y desaparece entre la
gente.
Los
tacones me están matando y eso que la noche no ha hecho más que empezar. La
falta de costumbre. Se me acerca otra esclava, que al igual que yo, no puede
disimular su voz varonil.
-"Hola,
¿como te llamas? - me dice
-"Estela
de Ama Sira" - le respondo
-"yo
soy Nuria de Ama Sofía. Estoy por aquí aburrida porque solo me dejan hablar con
esclavos y son todos muy callados!! Mi Ama ha salido al jardín con unos amigos
y me ha dicho que me divierta"
"yo
acabo de llegar y no se muy bien que es lo que voy a hacer, pero de momento y
hasta nueva orden no puedo moverme de aquí" - respondo. "Lo único que
se es que he de irme luego con un tal Max"
Nuria
pone cara de sorprendida y con los ojos como platos me dice "¿Max? Pues no
te vas a aburrir!!". De repente se gira y desaparece como alma que lleva
el diablo.
Paola
me ve que estoy nerviosa y de vez en cuando mientras charla con amigos me mira
y me guiña un ojo, como para que intente calmarme.
De
repente me tocan en el hombro, me giro como asustada, y oigo "Así que
Estela.... propiedad de Ama Sira, eh?". Agacho los ojos, me he quedado muy
cortada. No he podido ni mirarle a la cara, solo veo sus zapatos, unos
mocasines negros relucientes a juego con el esmoquin. "Si" contesto
de una voz que no creo que ni yo mismo haya podido oír con claridad.
"Pues
yo soy Max" dice, al tiempo con su dedo índice levanta mi barbilla y me
besa las dos mejillas. "quiero que te quites ese collar y que te comportes
como lo que ahora mismo eres, MI PAREJA EN LA FIESTA"
-"Por
supuesto, mi Amo" respondo torpemente
-"¿como
dices Estela?"
-"Claro
Max" corrijo con una sonrisa. Ahora soy yo quien besa su mejilla.
Parece
ser que es cierto que no me voy a aburrir!
Vamos
paseando entre la gente. Camino cogida suavemente a su brazo. La gente me mira
de otra manera. Ahora si que me siento una princesa de verdad!
Llegamos
hasta un grupo de gente. "Quiero presentarte algunos amigos" me dice.
Vamos paseando de grupo en grupo, presentándome gente cuyos nombres olvido al
instante. Voy más centrada en mis tacones y en agradar a Max. Finalmente
llegamos a un pequeño grupo de Amas y Amos, veo que una de las Amas, es Ama
Sira y de repente caigo en el detalle del collar. No se si he hecho bien quitándomelo
o no. Ella me dijo que obedeciera a Max, pero.... Bueno sea lo que sea ya esta
hecho. Max me presenta una a una todas las personas del grupo y al llegar a Ama
Sira...
"Sira,
ésta es Estela, mi pareja, no se si os conocéis"- dice Max
"no,
nunca nos hemos visto que yo recuerde" dice Ama Sira
¡¡Claro!!
Se supone que he de comportarme como otra persona. Soy Estela, la novia de Max,
simplemente esto
"hola
Sira encantada de conocerte" respondo sonriente "Max me ha hablado
mucho de ti". De reojo miro a Max, no se si lo estoy haciendo bien o no y
necesito su aprobación. Veo que él charla distendidamente con una Ama que tiene
a su derecha... eso es buena señal, pienso. Mientras le cojo de la mano y se la
aprieto. El responde a mi gesto devolviéndome el apretón.
No
puedo evitarlo y con total naturalidad beso a Max en los labios. Max no se
retrae y me besa largamente.
La música
ahora más moderna suena atronadora por los altavoces. Los invitados bailan. Las
horas van pasando y ya se hace tarde, son las 4 de la mañana y voy a morir si
paso una hora más sobre esos tacones. Max acerca su boca a mi oído y me dice
"Vámonos"
"pero
a donde?" le respondo
-"a
mi hotel, por supuesto"
-"pero,
espera. ¿Como voy a salir de aquí? Aquí no corro peligro, todos saben quien soy
realmente, pero como voy a salir a la calle? la gente me descubrirá! ¿Que vergüenza?"
-"estas
de broma? nadie va a dudar de que eres una mujer"
La excitación
vuelve a recorrer mi cuerpo. ¡¡¡ Voy a salir a la calle y me voy a pasear entre
la gente!!! Debo estar loca!
Max
tira de mí para que salgamos rápidamente de allí. A duras penas, cojo mi bolso
y le sigo sin caerme. Llegamos hasta un precioso deportivo amarillo, me abre la
puerta y entro. Por fin puedo sentarme y quitarme los zapatos. Espero que el
hotel este lejos y mis pies puedan descansar.
Max
entra, se sienta, acaricia mis piernas, coge mi mano y la lleva a su
entrepierna "Ponte el cinturón Estela, lo vas a necesitar"
CONTINUARA