martes, 7 de febrero de 2012

Fantasia (Parte 4)


"Llegamos al hotel. Max me coge de la mano y pasamos por el hall. El hace un gesto con la mano, como saludando al empleado de la recepción. Cogemos el ascensor que por suerte esta abierto, como esperándonos.

Al llegar a la habitación Max, muy caballeroso me hace entrar primero, luego pasa él y cierra la puerta tras de si. El pestillo resuena en la habitación como si hubiera cerrado un candado. Estoy tan excitada que no puedo evitar abrazarle por detrás. Se gira y me besa. Me besa salvajemente. Cuando logro despegar mis labios de los suyos, pone sus manos sobre mis hombros y suavemente los empuja hacia el suelo... flexiono mis rodillas... acaricio el pantalón....

La luz del sol entra por la ventana, parece tener especial interés en despertarme. Noto doloridas las muñecas y compruebo con horror el motivo... ¡¡estoy tirada en el suelo y esposada al cabecero de la cama!! Max está sentado frente a mí, en el sillón, mirándome fijamente.  Solo llevo puesto el tanga y el sujetador. Trato de relajarme, nada malo puede pasarme. Max es amigo de mi Ama y por tanto es una persona en la que confiar.  

-¿ya te has despertado?
-Si Max - respondo
Max se acerca junto a mí, se sienta en la cama y descarga su adrenalina con una bofetada sobre mi cara que me deja escocida

-has querido decir Señor, ¿verdad?
No me salen las palabras. Aun estoy tratando de reponerme del golpe.
-Claro, Señor. Lo siento Señor - obviamente lo de ayer era historia. Ahora tenia que ceñirme al papel de esclava puro y duro... la verdad es que me había tomado excesivas confianzas y él se había encargado de pararme los pies, algo de agradecer.

-ayer te portaste muy bien y para que luego no digan que no soy comprensivo te he traído el desayuno y lo tienes debajo de la cama, así que ya puedes empezar. Ah! recuerda que las manos solo son para apoyarse, no se te ocurra tocar con ellas otra cosa que no sea el suelo - Max habla en tono directo y serio, no quiere replicas ni preguntas. Mientras dice esto, me libera de las esposas.

Finalmente me consigo poner a cuatro patas. Localizo el desayuno. Son 2 cuencos. Meto la cabeza debajo de la cama, hay poca luz, pero tengo tanta hambre que me da igual lo que haya dentro de esos malditos cuencos.

-Ah! y no saques la cabeza de ahí hasta que hayas terminado con todo

Lanzo la boca directamente a uno de los cuencos. !Lo que quiera que sea eso está caliente! Parece que se trata de un sabor familiar ¡es leche! MMM sé que estoy haciendo mucho ruido al beberla, pero esto es algo que no he practicado nunca. Levanto ligeramente mi cabeza y la giro hacia el otro cuenco, ¡¡cereales!! Después de todo, !Max se ha preocupado por mi! !Empiezo a masticar los cereales con ansia! Estoy tan hambrienta que me olvido de todo alrededor, hasta que empiezo a notar los dedos de Max deslizando mi tanga hacia las rodillas

-no te muevas preciosa

Me folla con rudeza. Me es absolutamente imposible probar bocado. Me está haciendo daño, mucho daño. Pasados unos minutos, noto los latidos de su miembro. Me da una palmada en el culo.

-deja ya de comer. No querrás ponerte como una vaca, ¿verdad?
-No Señor, claro que no.
-pues venga ponte en pie, coge tu collar y vístete. Vuelves con tu Ama.

Me señala un sillón donde hay algo de ropa, un pantalón vaquero ajustado, unas sandalias planas de verano, una camiseta y mi collar de esclava

-y maquíllate Estela - me dice- que tienes cara de no haber dormido bien.

Son las 11 de la mañana cuando entramos de nuevo en la casa de Ama Sira. Paola nos ha abierto la puerta. Al fondo en el pasillo esta Ama Sira. Si por mi fuera saldría corriendo hacia Ella para besar su mano, pero he de contenerme si no quiero que Max me de una ultima reprimenda.

-aquí tienes a tu esclava, sana y salva - dice Max
-¿que tal se ha portado? - Dice la Domina
-bien, ha sido buena chica

Ama Sira extiendo su mano. La cojo y la beso. No puedo reprimir mi alegría, me dejo caer al suelo de rodillas y me abrazo la pierna de mi adorada Ama, como una niña pequeña protegida por su madre.

-¿y tu mi querida Estela? ¿Que tal lo has pasado?
-bien mi Ama, muy bien

Domina Sira me acaricia el pelo. Lo sabe todo y sabe que ha sido bueno para mí. No todo en la vida es lujo y diversión. También tengo unas obligaciones que cumplir"

(CONTINUARA)

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